Patogénesis y salutogénesis

Podemos centrarnos en trabajar para prevenir una posible enfermedad (no fumar, no beber alcohol, hacer ejercicio regularmente...), podemos tratar y acompañar en la enfermedad cuando aparece (con profesionales sanitarios que retan al sufrimiento y la muerte cada día) ... y también, podemos girar el enfoque 180 grados: podemos salir con la bici a disfrutar de la naturaleza, echar unas partidas de ajedrez o cartas con amigos, apreciar el sabor y la variedad de las frutas y verduras de temporada, potenciar nuevos aprendizajes, dedicar toda la atención durante un instante a la puesta de sol, encontrarnos con viejos conocidos, trabajar relaciones honestas y en nuestro entorno, buscar una actividad en la que ayudemos, dejarnos llevar por una pieza de música...

Prevenimos, evaluamos y tratamos la enfermedad -patogénesis-, y también podemos, cada día, fomentar y promover nuestra salud -salutogénesis-: buscar y trabajar herramientas para aumentar la capacidad que tenemos de afrontar las situaciones de la vida, descubrir y permitirnos disfrutar de actividades que nos hacen felices, ser consistentes en lo que nos proponemos, conocer y trabajar nuestras fortalezas individuales, y responsabilizarnos activamente de nuestro bienestar.