El tratamiento de musicoterapia
Si quieres aprovechar los beneficios de la musicoterapia, aquí te explico cómo trabajo:


Los participantes
Los beneficios de la musicoterapia pueden alcanzar a numerosas necesidades, según el ámbito de intervención.
A partir de las preferencias de los participantes, las recomendaciones terapéuticas y las condiciones, las sesiones pueden ser grupales (por ejemplo, para ejercitar las habilidades sociales, de comunicación, de estimulación en patologías neurodegenerativas...) o individuales (por ejemplo, en neurorrehabilitación, en educación especial, en cuidados paliativos...)
El diseño de las sesiones
La primera sesión es muy importante, ya que se compartirán las expectativas del tratamiento de la musicoterapia y el motivo de consulta. A partir de esto, se pactarán los objetivos terapéuticos, el método de evaluación del progreso, y el compromiso de un número inicial de sesiones.
En las primeras sesiones se completará un historial de la música relevante en la vida de la persona, que se tendrá en cuenta durante el tratamiento. También se llevará a cabo una evaluación de las habilidades y capacidades de la persona según los objetivos pactados.
Las sesiones se llevarán a cabo de forma presencial, siendo posible un contacto virtual en caso de necesidad puntual. También es posible que se encarguen tareas a realizar entre las sesiones.
Por último, tras la conclusión del número de sesiones pactado inicialmente, se llevará a cabo una evaluación del progreso y de los objetivos cumplidos.



Metodología
Cada intervención y actividad musicoterapéutica va dirigida a objetivos específicos, relacionados directamente con los objetivos generales pactados en la primera sesión.
Las técnicas que se utilizan en musicoterapia se pueden dividir en dos grandes grupos: las técnicas activas (como tocar instrumentos, escribir canciones, cantar, improvisar e imitar, dirigir...) y las técnicas receptivas (escuchar música en vivo, recibir el estímulo de un baño sonoro, moldear ciertos parámetros como la respiración y el ritmo cardíaco a través de la música creada ad hoc por el musicoterapeuta...).
Para recibir un tratamiento de musicoterapia no es necesario saber tocar un instrumento musical, ni tener habilidades musicales, ya que no se trata de clases ni de educación musical.
El objetivo último es el bienestar de la persona, facilitado a través de la música como medio.

Recursos e instalaciones

Las sesiones deben llevarse a cabo siempre por un musicoterapeuta cualificado (ver sobre mí).
Los recursos materiales, en referencia a los instrumentos musicales necesarios para una sesión, varían según los objetivos pactados, la capacidad funcional de los participantes y sus preferencias personales.
Las sesiones pueden realizarse a domicilio y en instituciones públicas y privadas (centro hospitalario, residencial, comunitario, escuelas, empresas y asociaciones)

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